El equipo encargado del desarrollo del navegador Google Chrome ha expresado en una entrada de su blog la intención de acelerar el ritmo de versiones estables disponibles ofreciendo (en condiciones ideales) una versión nueva cada seis semanas.
Este cambio se debe a dos objetivos fundamentales. Por un lado ofrecer las nuevas características a todos los usuarios lo antes posible sin esperar a acumular un mínimo de ellas; eso sí, ofreciendo siempre un nivel de calidad: si una característica no está lista para el lanzamiento esperará hasta la siguiente versión estable.
El otro motivo es por gestión interna del proyecto, permitirá tener una planificación más predecible (que permitirá fijar tiempos de desarrollo) y liberará de presión a los programadores a la hora de terminar las funciones de un ciclo de lanzamiento (si no está listo no se incluye).
A partir de ahora las versiones 6.0, 7.0, 8.0, 9.0… llegarán mucho más rápido.