La entidad bancaria BBVA ha implantado en la ciudad de Madrid los cinco primeros prototipos de lo que serán los cajeros automáticos del futuro, proyecto denominado Abil.
Estos cajeros suponen un cambio radical tanto de la propia máquina, su disposición y la interfaz donde se realizan las operaciones. Con un diseño más humano y ergonómico, la pantalla se sitúa ahora girada 90º para que el usuario no se encuentre mirando hacia la pared. Esta nueva posición ofrece una sensación mayor de seguridad y privacidad, permitiendo en todo momento tener una visión más amplia de la zona de cajeros.
Los cajeros disponen ahora de una pantalla táctil para realizar las operaciones y una mampara que la oculta completamente de la visión de los otros usuarios. Además disponemos de una zona libre en la que podemos depositar nuestras pertenencias con total seguridad mientras realizamos el proceso.
En la interfaz de la pantalla vemos que está pasando en cada momento del proceso incluso hasta el punto de ver cómo los billetes se mueven por la pantalla hasta aparecer en la bandeja de retirada. Todo para que el usuario se sienta seguro y confíe en la máquina.
Además, la nueva interfaz cuenta con un asistente de ayuda más personal y recuerda tus operaciones más frecuentes para realizar el proceso más rápido (función que ya está disponible en algunos modelos actualmente).
El proyecto ha supuesto cuatro años de trabajo en el que han participado, entre otras compañías, BBVA, IDEO (que se encargó del diseño conceptual, la usabilidad y el prototipo), NRC (fabricación y producción), Fujitsu (aplicaciones, interface y self service), Microsoft, Intel y DNX.
El nuevo sistema empezará a implantarse en más oficinas de Madrid en el último trimestre de 2010.
Vía: Yorokobu