… Porque todo es mentira. No somos criminales. En realidad, al descargarte contenidos para tu propio uso no violas ninguna ley. No amenazas nada ni empobreces a nadie, más que a quienes pretender vivir del aire o del cuento. A quienes aspiran a enriquecerse durante noventa y cinco años porque un día tuvieron un soplo de inspiración que creen que les aúpa a la naturaleza de los dioses…
¡Qué grande eres, Sr. Enrique Dans!