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10 Razones para Usar Linux

Hace ya 3 meses que decidí desinstalar el Windows Vista que traía pre-instalado mi equipo portatil [este es el único motivo por el que Microsoft puede chulearse del número de ventas de este SO] y meterle una distribución GNU/Linux, en mi caso, una Ubuntu Gutsy Gibbon.

Tengo que reconocer que en un principio pensé que tarde o temprano iba a regresar a Windows, instalando un XP, porque estaba bastante viciado y dependía de muchas aplicaciones que solo están disponibles para esta plataforma. Pero he aguantado como un campeón y estoy orgulloso de ello. Ubuntu es un sistema operativo completísimo, muy estable y que puede competir perfectamente contra Windows Vista y he encontrado sustitutos de todas las aplicaciones que usaba anteriormente [bueno, reconozco que sigo prefiriendo el Photoshop al Gimp].

Desde aquí os animo a que hagais como yo y probeis, solo probar un tiempo, a usar una distribución GNU/Linux. He encontrado un texto de Jesús de Baldomá del que voy a hacer un copia/pega con sus 10 razones por las que los usuarios de GNU/Linux usan estos sistemas:

  1. Al tratarse de un producto bajo una licencia de software libre, Linux está disponible a coste cero. Se puede descargar gratuitamente desde Internet o se pueden adquirir distribuciones en CD/DVD, a un coste prácticamente simbólico. Una vez obtenida la copia, ésta puede ser instalada en cualquier ordenador sin ninguna restricción. Como contraste están los sistemas operativos que no son libres como Windows y que tienen unas licencias de uso tan restrictivas que requieren de una una licencia distinta (con un coste aproximado de unos 100€) para cada ordenador donde se quiera instalar.
  2. En general, los sistemas de software libre son intrínsecamente más seguros que los sistemas propietarios. Los requerimientos de las licencias de software libre obligan a poner el código fuente a disposición de la comunidad para que pueda ser estudiado, modificado y redistribuido con toda libertad (sin restricciones). Este hecho contrasta también con la política de los sistemas propietarios como Windows; en los cuales no se distribuye nunca el código fuente (hay que recordar que, entre otras restricciones, este tipo de licencias únicamente permite su uso en un único equipo). Al estar el código fuente de los programas que operan bajo licencia de software libre bajo el escrutinio público de la comunidad, será raro encontrar en ellos backdoors o puertas traseras que puedan comprometer su seguridad.
  3. La posibilidad de que, en una fecha futura, y debido a la obsolescencia o a otras razones, se interrumpa el soporte para Linux es absolutamente remota. Esto es así debido a que el código fuente está siempre disponible para cualquiera que lo desee. En contraste a esta situación se encuentran los sistemas propietarios como Windows que siguen manteniendo su código en absoluto secreto incluso años después de que se suspenda el soporte a los productos (Windows NT, Millenium, Windows 95/98, Windows 3.1, …)
  4. A diferencia de lo que pasa en los sistemas propietarios como Windows, en Linux no existen las actualizaciones forzadas. Las actualizaciones forzadas son aquellas que suceden cuando el desarrollador de un producto deja de darle soporte; esto es, de actualizar los parches de seguridad, de desarrollar nuevos drivers específicos para nuevo hardware, etc. Así las cosas, los usuarios se ven obligados a actualizar el producto a una nueva versión; lo que supone tener que adquirir (comprar) una nueva licencia de uso.
  5. Linux presenta mayores niveles de seguridad, incluido un menor índice de infección por virus, troyanos, gusanos, spyware y otro tipo de malware. Esto es debido a que UNIX y sus descendientes (incluído Linux) han sido diseñados desde el inicio atendiendo a principios de seguridad y no tomándola como una idea adicional.
  6. Existe una gran cantidad de aplicaciones de muy alta calidad disponibles para Linux, muchas de las cuales tienen también una licencia de software libre. La mayoría de ellos, además, tienen características similares o, incluso, superiores a las aplicaciones equivalentes para Windows.
  7. Debido a una mayor optimización del código fuente, generalmente, Linux es más rápido. De igual modo, la ejecución de cualquiera de las distribuciones de Linux tiene unos requisitos de hardware mucho menores que el equivalente en Windows; permitiendo incluso que las versiones actuales de Linux se puedan ejecutar en equipos antiguos (con procesadores 386 y 486), lo cual no es posible de ninguna de las maneras para las actuales versiones de Windows.
  8. Linux y las aplicaciones de software libre utilizan formatos abiertos de ficheros como Open Document; lo cual permite soslayar el problema del lock-in hacia formatos propietarios. El lock-in es una estrategia comercial con las que se consigue que los usuarios estén firmemente ligados a una determinada plataforma. Con ello se consigue aumentar el coste y dificultar el cambio a otras aplicaciones. Los formatos abiertos de ficheros, además, permiten a los usuarios tener un control absoluto sobre sus ficheros de datos; particularmente en el caso de que, en el futuro, el desarrollador que haya creado originalmente el programa cese en el negocio o deje de dar soporte a versiones anteriores.
  9. Linux ofrece un alto grado de compatibilidad con otros sistemas operativos. Por ejemplo, desde Linux se puede leer, escribir, copiar, borrar y realizar otros tipos de manipulación en datos que residan en particiones de Windows dentro del mismo disco duro. Puede actuar como un servidor de ficheros en redes de ordenadores con clientes Windows, puede formatear discos para ser usados bajo Windows e incluso, si es necesario, puede ejecutar directamente programas de Windows. En contraste, los sistemas operativos de Windows no pueden acceder a particiones de disco que contengan otros sistemas operativos, no pueden formatear discos para trabajar con otros sistemas, etc.
  10. Linux ofrece un alto grado de flexibilidad de la configuración. Esto permite, de forma muy senzilla, una personalización del equipo sin tener que modificar el código fuente. Por ejemplo, es fácil configurar Linux de modo que sea optimizado para su uso como estación de trabajo, como ordenador de escritorio o, incluso, como servidor web o de base de datos. Asimismo, el aspecto y el comportamiento del escritorio, incluyendo los iconos y los menús, se pueden configurar en un número casi infinito de maneras, según el gusto y los requisitos del usuario. Incluso se puede configurar para que se parezca a Windows. Si esto no es bastante, y ahora sí, sólo para usuarios avanzados, la capacidad de tener acceso, de revisar libremente y recompilar el código fuente permite una flexibilidad virtualmente ilimitada de la configuración.