El McGuffin en las películas de Hitchcock es aquello que es muy importante para los personajes, pero no para el espectador. En los thrillers hitchcockianos existieron infinidad de McGuffins: botellas de vino con uranio, planos valiosísimos, dinero que pasaba de una mano a otra, etc. Al final de cuentas, el susodicho McGuffin no sirve para nada; sólo es el pretexto para iniciar la acción.
En el programa No Somos Nadie de Pablo Motos en M80 se dedican a coleccionar sus particulares McGuffins. Hoy a la mañana escuché 2 buenísimos:
>> Si Norma Duval se monta en una barca para ir al supermercado, ¿Desembarca Norma en Día?
>> Si alguien le prende fuego a un campo de marihuana mientras Jehová se dedica a estudiar a un maestro Jedi, ¿El quema droga Dios lee a Yoda?
Buscando por la WWW me encontré con:
>> Si le metes con un piedra a la presidenta de la comunidad de Madrid, ¿es un canto a la esperanza?
>> Si al hijo de Victoria Adams le subvencionan los estudios, ¿le becan?
>> Si un viejo que adora el dinero se vuelve cada vez más bestia, ¿es uran-io embrutecido?
>> Si Rouco Varela se pone a engordar y aprende lucha japonesa, ¿es el sumo sacerdote?
>> Una invidente con una oz, ¿siega?
>> Si cojo una apisonadora y la paso por el Santiago Bernabeu, ¿plancho céspedes?
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