Bye bye London…

Hola! Ya estoy de vuelta de mi viaje a Londres. Loli y yo hemos llegado ayer a la 1 de la tarde (supuestamente el viaje acababa el Viernes pero por motivos ajenos perdimos el vuelo de vuelta y pasamos un día más allá, paseando por Londres con las maletas a cuestas y sin habitación en el alberge, por lo que pasamos la noche durmiendo en el aeropuerto).
A parte de esas últimas 24 horas, el viaje ha sido fantástico; Londres nos ha sorprendido muchísimo, pensabamos que solo teníamos que ver las 3 cosas típicas (Big Ben, la Abadía…) y nos hemos encontrado con una ciudad que está repleta de edificios monumentales, casas que no aparecen en ningún mapa turístico y que sin embargo guardan una belleza indescriptible.

Nos hemos alojado en el albergue Piccadilly Backpackers, en pleno centro de Londres, muy bien comunicado vía metro o bus. Es un edificio enorme, con más de 400 camas, con calefacción, agua caliente ilimitada y desayuno incluído. Habíasmo reservado cama en una habitación de 8 personas pero nos pasaron (sin subir el precio) a una de 4. Nuestros compañeros fueron María y David, amigos, que venían de A Coruña (el albergue estaba repleto de españoles) y con los que lo pasamos genial.
Nada más llegar a la habitación, comenzaron a sonar las alarmas de incendio, por lo que tuvimos que desalojar el edificio. Cuando bajamos a la calle ya había 3 camiones de los bomberos… nosotros no vimos humo ni nada por el estilo (por lo que sabemos fué por algo del gimnasio). Este primer día ya paseamos por la zona del Big Ben, el Parlamento, la Abadía de Westminster, la noria (London Eye) y la catedral de St. Paul.

El segundo día fuímos a ver el cambio de guardia de los Guardias a Caballo (en Whitehall). Allí, a las 11 de la mañana un grupo de guardias llegan por la carretera (en medio de los coches) y desfilan por la plaza. Si cruzas rápidamente St. James Park (un parque repleto de ardillas) llegas al cambio de guardia del Buckingham Palace. Después visitamos la zona de Knightsbridge, entrando en los famosos almacenes Harrods (es impresionante, por dentro parece un museo, y no puedes pasar si ir a los baños, donde tienes varios botes de colonia y perfumes de marca para que te eches lo que quieras).
Andando hacia el oeste por la misma calle que el Harrods, visitamos el Victoria & Albert Museum, un palacio enorme en el que nos llegamos a encontrar una réplica a tamaño real del Pórtico de la Gloria.
A la tarde visitamos el Parlamento, entrando en las sesiónes del día en la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores. Las medidas de seguridad en ese sitio son impresionantes, te llegan a cachear hasta 3 veces (merece la pena visitarlo).
Por último vimos el castillo Tower of London (Loli dice que es del tamaño de Pontevedra) y el puente Tower Bridge.

El tercer día visitamos Trafalgar Square, entrando en la National Gallery, donde vimos el cuadro de los girasoles de Van Gogh. Hacia el norte pasamos por una plaza rodeada por las marcas de las manos de actores famosos (yo apoye las mías en la placa de Bruce Willis, jeje!). Luego paseamos por el Green Park y el Hyde Park. En Hyde Park visitamos la escultura a Peter Pan /menudo pufo pa la caminata que nos pegamos).
Por la tarde visitamos el Brithis Museum, otro edificio grandísimo en el que perderte horas y horas. Allí te das cuenta de la cantidad de obras de arte que los ingleses han mangado a lo largo de la historia: tienen miles de libros, esculturas griegas y romanas (una sala dedicada exclusivamente al Partenón), egipcias… Si lo quieres ver a fondo te harán falta unas 5 o 6 horas mínimo.

El cuarto día paseamos de nuevo por la zona del Big Ben y la Abadía (esta vez de día) y visitamos el Obelísco de Cleopatra.
La tarde la pasamos en el mercado de Camden, una zona al norte de Londres repleta de tiendas y mercadillos.
A la vuelta visitamos la tienda Lillywhites del Piccadilly Circus, especializada en ropa deportiva y con unos precios bajísimos.

Del quinto día ya os comenté algo. Nos levantamos a las 5 de la mañana para pillar a tiempo el metro y el tren hasta el aeropuerto. Por retrasos en ambos lados, llegamos a la facturación de Ryanair a las 7:30 y se había cerrado a las 7:20. Nos daban la posibilidad de volar el mismo día hasta Santander o Valladolid, pero decidimos pillar el vuelo del día siguiente a Santiago. Volvimos para Londres y, cargado con las maletas, buscamos hostal en el que alojarnos, pero estaba todo completo. Al final tuvimos que pasar la noche en el aeropuerto de Stansted… la anécdota del viaje!

Y eso es to… eso es to… eso es todo amigos! Iré subiendo fotos del viaje (al final saqué 708, :P)