Una escuela católica en Australia dijo ‘no’ al ingreso de un alumno de 5 años con apellido paterno Hell (del inglés, infierno)
Cuando el señor Infierno quiso matricular a su hijo Max en la escuela de San Pedro Apostol de Melbourne los profesores le dijeron «no». La escuela es católica y no vió con buenos ojos un niño con semejante apellido.
Sin embargo, la dirección cambió de parecer cuando los padres matricularon al niño bajo su nada sospechoso apellido materno, Wembridge.
El niño tiene ya un sitio en la escuela, pero su padre acusa al centro de cambiar de criterio por la presión mediática.
El sacerdote responsable lo aceptó, pero al final fueron los padres los que decidieron que su hijo entraría como Max Hell (Max Infierno), lo que el religioso desaconsejó.
«Él es Infierno. Es nuestro apellido, es nuestra herencia», declaró el padre, «es quien es, y si quiere cambiarse el apellido, a los 18 será decisión suya».
Vía: 20minutos.es